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11 septiembre, 2011

Seisdeseptiembre.

Era una tarde como otra cualquiera, excepto por el hecho de que ahora él lo sabía todo sobre mí. ¿Qué cómo se había enterado? Una noche de borrachera, una llamada y mi yo más sincera encerrada en el baño hablando con él. Todo era normal, estábamos todo el grupo de amigos con nuestras bromas de siempre. Me senté en el suelo con la piernas cruzadas, y una de las chicas se tumbó sobre mí. Empecé ha hacerle caricias por la cara mientras hablábamos de nuestras cosas. Al rato, ella se levantó, le miré a él y sonreí. Que guapo estaba. Siempre estaba guapo, pero aquella tarde más todavía. Le pedí que se sentara conmigo para hacerme caricias y al principio no quiso, pero bastó con una mirada y una sonrisa de las mías para que aceptara. Se sentó, me tumbé sobre él y al primer contacto de sus manos, se me puso la piel de gallina. Estaba oscureciendo. Entonces él bajó un poco la cabeza, y yo le miré sonriendo. Estábamos hablando de lo queríamos en un futuro.
-Pues yo no sé lo que quiero.
+Tu nunca sabes nada.
-Hay una cosa que sí sé...
+¿Qué sabes?
Le hice un gesto, para que agachara la cabeza y cuando lo hizo, no sé de donde saqué el valor para decir un, "te quiero a ti".
Le vi sonreír, y agachar más la cabeza y en momento, casi sin darme cuenta sus labios rozaron los míos. Fue un beso corto y algo tímido. Cuando nos separamos, sonreímos los dos, y me susurró al oído lo que probablemente es el sueño de muchas, "Te quiero. Mucho, muchísimo." Y tras esto, otro beso interrumpido por un amigo que acababa de llegar y venía a saludar.
Pasaron unos minutos en que no pasaba nada, nosotros tan solo nos mirábamos y sonreíamos. Pero entonces, sonó el móvil de mi amiga. Nos recogían ya. Me miró y suspiró. Nos levantamos todos, y su mejor amiga, que no conoce la vergüenza nos dijo: "Bueno, ¿os despedís ya o qué?"
Nos miramos y se acercó a mi. Una de las chicas, iba a quitar la música, pero en vez de eso, puso una canción. La más bonita que hay en su reproductor. Él me abrazó y se me quedó mirando. "¿Qué?", le dije yo sonriendo. Y entonces me besó, un beso más largo que los anteriores, más bonito. En ese momento para mí, desapareció el mundo. Sólo estábamos él, la canción y yo. Cuando nos separamos, lo único que supe hacer fue abrazarle, y él me dio un beso en la frente.
Él era mi vida, y le quería más que a nada, pero desde ese momento puedo decir que le quiero y de eso no tengo la menor duda.

2 comentarios:

  1. ME encanta la verdad es precioso si te ha psado es la cañaa y me alegro por tii si salio de tu cabecitaa.a... pues me encanta tu imaginación un mordiquito duulcee desde....http://imyourdreamcatcher.blogspot.com/

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  2. Me encantó la historia,te sigo.
    Un mordisquito duuulce desdee http://imyourdreamcatcher.blogspot.com/

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